El cribado del cáncer de próstata no es igual para todos. Conocer los factores de riesgo personales, como la edad, la raza y los antecedentes familiares, puede ayudar a determinar el momento adecuado para iniciar la detección y qué pruebas pueden ser más útiles.
Recomendaciones generales:
Los hombres empiezan a hablar de las pruebas de cribado con su médico de atención primaria o urólogo en torno a los 50 años. Sin embargo, algunos grupos presentan un riesgo más elevado y pueden beneficiarse de un cribado más temprano, a partir de los 40-45 años.
Grupos de alto riesgo: ¿Quién necesita un cribado más temprano?
Hombres afroamericanos
Más propensos a desarrollar cáncer de próstata.
A menudo se diagnostica a una edad más temprana y con una enfermedad más agresiva.
Se recomienda empezar a hablar del cribado en torno a los 40-45 años.
Antecedentes familiares de cáncer de próstata
Tener un padre o un hermano con cáncer de próstata, especialmente si se diagnostica antes de los 65 años, duplica el riesgo de desarrollar un cáncer de próstata clínicamente significativo.
Los antecedentes familiares importantes pueden justificar la realización de pruebas de detección más tempranas y frecuentes.
Síndromes de cáncer hereditario
Si algún pariente cercano padece cáncer de mama o de ovario, especialmente con mutaciones BRCA1 o BRCA2, el riesgo de cáncer de próstata aumenta.
Los hombres con mutaciones BRCA conocidas pueden beneficiarse de un cribado precoz y de asesoramiento genético.
Cuándo iniciar el cribado:
Nivel de riesgo ---> Cuándo hablar del cribado
Riesgo medio ---> Alrededor de los 50 años
Afroamericano / Pariente de primer grado con cáncer de próstata ---> 40-45 años
Mutación BRCA o fuertes antecedentes familiares de cáncer de mama/ovario ---> 40-45 años